El pasado domingo tuvo lugar la gala de los Goya, los premios de la Academia del cine español, y la impresión general ha sido buena. No solo por los galardonados, en su mayoría los premios fueron para “Celda 211” de Daniel Monzón y para “Ágora” de Alejandro Amenábar, sino también por el ritmo del transcurso del evento.
A diferencia de otros años, éste se ha hecho más ameno gracias a su conductor, Andreu Buenafuente y, también gracias a la dirección de Alex de la Iglesia que le ha dado un giro de tuerca a esta institución.
Este año ha sido el primero que la gala se ha emitido sin cortes publicitarios y se ha notado porque ha sido la más vista de la historia con 4,6 millones de espectadores, casi un millón más que en 2005 que fue la segunda ceremonia más seguida por los espectadores.
La gala obtuvo un 26,4 de cuota de pantalla, y el minuto de oro se registró, con un 28,4%, cuando Buenafuente se bajo del escenario con una cámara y se puso a conversar con Paz Vega, seguido por Santiago Segura.
De cualquier manera la mayor expectación se produjo cuando ocurrió la aparición estelar de Pedro Almodóvar, que dicen se “reconcilió” con la Academia, aunque personalmente creo que es una admiración sobrevalorada, aun así concedió el premio a la mejor película a “Celda 211” a Daniel Monzón, y en este momento se alcanzó un 34% de audiencia y 3,8 millones de espectadores.
En conclusión parece que fue todo un éxito y en gran medida por la participación de Andreu Buenafuente , y la inesperada presencia de Almodóvar esperemos que siga con esta buena reputación e imagen.
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