Cada vez más, notamos un incremento de programas de corazón que utilizan nuevos lenguajes televisivos. Construyen una comunicación basada en mentiras, rumores y chismorreos sobre las vidas de otras personas. Programas como “Sálvame”, “Tal cual lo contamos”, o los nocturnos como “la Noria”, “Sálvame Deluxe” o “DEC” han construido un mensaje donde reproducen de forma simbólica la violencia y la alteran en la vida de los telespectadores.
Mi comentario se centrará en el programa “Sálvame diario” y “Sálvame deluxe”, en ambos sus colaboradores intervienen sin ningún orden, al libre albedrío, mientras pueden estar comiendo torrijas, pintándose las uñas o escribiendo mensajes de texto por el teléfono móvil. Además las intervenciones que se realizan varían desde insultos, provocaciones y amenazas hasta bailes y espectáculos muy variados.
Pero esto no tendría ningún problema si su emisión fuera en late night, pero la franja horaria que ocupa este programa es durante toda la tarde, es decir, en horario de protección infantil.
Se debe cuidar en el medio televisivo los horarios de protección infantil, no puede ser que gran parte de las cadenas principales que conocemos se dediquen a hablar de los famosos y a manipular la vida de los otros mediante mentiras. ¿Qué valores enseñamos a esos niños de nuestra sociedad? ¿la violencia, el sexo? ¿En qué sociedad nos espera vivir en un futuro? Si los niños reproducen todo aquello que ven.
Ya hace años se trabajó en un manual de protección infantil en la programación de la televisión, pero como es más importante la recaudación económica y “los primeros lugares” que una programación de calidad son capaces de inventarse historias, mentiras… para incrementar un simple share.
¿Hasta donde estamos dispuestos a aguantar a este tipo de programas? ¿Qué cultura estamos generando? Sabemos que los medios de comunicación, como lo es la televisión es una herramienta muy poderosa de dominación cultural, es decir, muchas de las cosas que se generan en la televisión son reflejadas en nuestra sociedad. Ahí está el ejemplo de “Sálvame” que inserta en la sociedad valores amorales con el mero propósito de conseguir un mayor beneficio.
Espero que intervenga algún órgano judicial para censurar o moderar este tipo de programas pues agreden a la sociedad, sobretodo a la infantil, y que tanto daña en nuestra moral y escala de valores. En nuestras manos está el futuro de los niños, adolescentes y jóvenes de nuestra sociedad. ¿Es bueno que tengan este tipo de referencia cultural? Usted dirá.
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